20/11/07

A los pobres también roban

Visitando a Verónica y Cristina (las pequeñas vecinas que os hablé) estuve hablando con su madre y me enseñó parte de su “jardín”. Vi un montón de cuyes pequeñitos y me dijo criaba para luego venderlos. Me dijo que en una ocasión le robaron cuarenta cuyes… (en la fundación robaron nueve). Hablando de ello con algunas mujeres indígenas que vienen a la fundación me contaron que se roba mucho… A Antonia le robaron una vaca y dos terneritos en otra ocasión y que a veces cuando ya está para comérselo/venderlo es cuando aparecen los ladrones y generalmente es gente de los alrededores. Es triste ver cómo así el pobre cada día pierde más la esperanza de sacar adelante algún tipo de negocio con la cría de animales porque no tiene las suficientes herramientas para protegerse.