
El viaje a Quito lo hice en "Taxi Lagos" una empresa que se dedica a llevar en taxi a varios usuarios. Sale mucho más económico y aunque no se va muy bien. En mi caso empotrada entre dos señores enormes... pues merece la pena.
En el trayecto el conductor ha adelantado a un camión que le daba las luces de la izquierda para que no le pasara. Además no solo ha hablado dos veces por teléfono si no que ha puesto un mensaje y todo.
Pero eso no ha sido todo: En una gasolinera una vez parado el taxi, se han bajado el pasajero que iba delante y el de mi derecha. Este último ha tardado más de la cuenta (calculo que tenía más de 80 años, con el pelo completamente blanco) . El conductor, que según el no sabía que se bajaba... le ha arrastrado un poco haciéndole una herida en la rodilla. Lo raro es que no se ha quejado. De hecho no ha abierto la boca en todo el viaje. Parecía norteamericano.
Bueno he dado gracias en la capilla de Quito porque hemos llegado "bien" ¿no?.