
A mediodia celebré a turnos mi cumpleaños ya que las psicólogas tenían que salir corriendo a su taller y no podían esperar a que regresaran de la escuela las cooperantes.
Les gustó mucho la comida que preparé y aún quedaron croquetas para la tarde noche.
Los sobrinos de Jenny al despedirse de mí lloraban porque seguramente no les volveré a ver y hemos jugado mucho...
Espero que algún día se presenten en España Ytienen posibilidades) y pueda verles de nuevo...